SOLO ESCRITURA,SOLO GRACIA,SOLA FE,SOLO CRISTO,SOLO A DIOS LA GLORIA.“Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén” Romanos 11:36

Nuestra Potencia proviene del Señor

Juan Carlos Rebrej
 Este es el bosquejo de la prédica del sábado a la noche de la Conferencia de Jóvenes y Adolescentes 2003 :: ON-LINE::, en Quilmes, Argentina.
La prédica se refiere a la importancia del poder del Espíritu Santo obrando libremente en nuestras vidas..

Hechos 1 y 2:1-4 – S. Juan 15:26-27 y 16:12-15
Necesitamos ser investidos del poder de Dios. Lo dijo el Señor Jesús a sus discípulos, para tener la facultad de ser testigos de Él. Tengamos presente esta palabra: TESTIGOS
Ahora, el primer paso es recibir a Cristo en nuestro corazón, Él nos perdona, nacemos de nuevo, las cosas viejas pasaron.....,y allí somos sellados por Su E. Santo. Nos convertimos en hijos de Dios y por Su E. Santo somos incorporados al Cuerpo de Cristo que es la iglesia. Esto lo aseveran las Sagradas Escrituras y lo creemos con firmeza.
Este es un bautismo de Gracia que nos justifica y nos regenera comenzando el proceso de santificación en nuestros corazones. SOMOS una nueva creación y pasamos a ser Templo del E. Santo, morada del Dios vivo, por Su E. Santo.
La vida allí recién comienza. Todo está preparado y listo para que Dios comience a llenarnos con Su E. Santo para que tengamos la capacidad, es decir el poder, de ser TESTIGOS de Cristo, en todo lugar y en todo tiempo. Es el E. Sto. quien viene a través de Cristo y procede del Padre.
Es el Esp. Santo quien tiene el ministerio especial de impartir poder de lo alto . Es el poder de Dios, es el poder del E. Santo. NO ES ALGO ABSTRACTO, una influencia, algo impersonal, un poder cualquiera, sino es la misma persona del Esp. Santo, la tercera persona de la Trinidad, quien desciende, a través del CAMINO que es Cristo, SOBRE nosotros, nos llena y nos revela más y más de Cristo . Nos imparte la vida de Cristo, lo cual a su vez nos capacita para ser TESTIGOS. Necesitamos SER LLENOS DEL Espíritu Santo. ¿AMÉN?
Ahora, debemos tener bien claro que esta llenura es nada más y nada menos la PLENITUD DE LA VIDA DE CRISTO. Por eso es poder para transformar, salvar, cambiar, etc. Por eso es algo continuo. Pablo les dice a los Efesios: SED LLENOS. Es decir, es algo sin pausa y sin final. Es cada día. Comenzó en Pentecostés y sigue hasta que Cristo venga a buscar a Su iglesia.
Esta llenura, o investidura de poder de Dios no es para hacer grandes cosas, ni para ser vistos sino para SER. Es decir ese poder viene a nosotros a través de Cristo y por Su Espíritu para que Cristo sea visto en nosotros.
Es un cambio de persona. No es para hacer sino para SER. Es un cambio profundo que Dios comienza a operar en nosotros para que seamos TESTIGOS, es decir dar Testimonio de Cristo. Su VIDA en NOSOTROS se tiene que ver y entonces lo que hagamos será una consecuencia de lo que somos.
Esto quiere decir que el Poder que nos otorga el Señor es la misma plenitud de la Vida de Cristo. Por eso es un proceso diario y sin tregua. No podemos tomarnos licencias para pecar ni para hacer lo que se nos da la gana, sino que el que comienza a gobernar es Él.
El Poder del E. Santo es el poder de un carácter santo. Lo que hacemos y decimos nace de un corazón transformado y lleno de Cristo. Lo que decimos y hacemos está en total concordancia con lo que somos.
Qué cambio produjo en Pedro el día de Pentecostés!! Días antes de este acontecimiento Pedro era un cobarde. Se sintió intimidado por una criada y negó al Señor. Luego de Pentecostés se puso de pie y declaró a los cuatro vientos y frente a los que crucificaron al Señor, que Jesús era el Cristo y cada día exponía su vida a la muerte por causa del evangelio. QUÉ CAMBIO, QUÉ PODER!!
Hemos dicho que es un proceso diario. Debemos beber continuamente del E. Santo ya que cada día hay más de Cristo para todos aquellos que anhelamos más de Él. Necesitamos vivir la vida de Cristo con autoridad, ser hijos de Dios de verdad y LUZ del mundo y Sal de la tierra.
A ver si podemos explicarnos mejor.
Nuestra relación con el Señor es un proceso continuo que siempre va a más , va creciendo.
Cuando recibimos a Cristo somos sellados, dice la Biblia con el Esp. Santo de la promesa que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida para alabanza de Su gloria.
En este pasaje de las Escrituras hay una palabra fundamental que nos aclarará seguramente todo: ARRAS.
Este es un término que se utiliza en la compra y venta de propiedades, es una seña o garantía de una suma mayor. Es a cuenta de un importe mayor.
Es decir , el Esp. Santo nos confirma como hijos de Dios y garantiza que hay más de Dios para recibir.
Al sellarnos con su Esp. Santo, el Señor nos da algo de Él mismo, a cuenta del total, que es SU PLENITUD. Él nos garantiza que no nos abandonará y que seguirá obrando en nosotros hasta terminar la obra de transformación y podremos vivir de tal forma que seremos luz del mundo y Sal de la tierra.
El prometió derramarse SOBRE nosotros con el poder el Esp. Santo. "Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Esp. Santo."
Él está con nosotros para convencernos de pecado; en nosotros para dar testimonio que somos sus hijos, para mostrarnos el carácter santo de Dios, amoroso, misericordioso, nos lleva a la verdad a través de Su Palabra y nos encamina en el proceso de santificación a fin de mostrar el FRUTO del Esp. Sto., y así, provocar sed de Dios en nuestros corazones " Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así mi alma tiene sed del Dios vivo."
Por eso no debemos contristarlo, afligirlo o apagarlo, sino encenderlo más y más buscando de Dios, ponerle combustible, leña, avivar el fuego que tenemos por Su Espíritu, PONER de nuestra parte, buscar en Su Palabra, congregarnos, amarnos entrañablemente y de corazón puro, ALEJARNOS del PECADO, AMAR Su PALABRA, prepararnos, Etc.
Jóvenes, las Casas Bíblicas están para ayudarnos a avivar ese fuego, prepararnos para servirle y prepararnos para que venga SOBRE nosotros Su Poder por medio del E. S.
Noten que ya no es con ni en nosotros, sino sobre nosotros. Esto quiere decir que viene para gobernar nuestra vida y nos capacita con Poder para mostrar a CRISTO, para ser LUZ del mundo y Sal de la tierra , para ser, en una palabra, TESTIGOS de Cristo.
Sansón tenía el poder de Dios sobre él y quiso gobernarse solo. Hacer lo que le parecía y ni cuenta se dio que la presencia de Dios ya no estaba con él. Cuántas veces hacemos cosas que desagradan a Dios, pecamos, y pretendemos hacer Su Obra y ser llenos de Su poder. Es imposible.
Es tiempo de santificarnos, buscar intensamente a Dios, consagrar nuestras vidas al Señor, apartarnos para Él, porque Dios quiere hacer maravillas en cada uno de nosotros.
Necesitamos que el E. Santo implante profundamente en nosotros la vida de Cristo en plenitud. Para ésto viene sobre nosotros para darnos más de Cristo y esa vida de Cristo comience a manifestarse en gloria, honra y alabanza a Dios a causa de Su Poder operando en y sobre nosotros.
El Señor Jesús dijo: Yo enviaré al Espíritu Santo quien tomará de lo mío y os lo hará saber y él me glorificará.
ESTE ES EL PODER que necesitamos. LA VIDA DE CRISTO. Él mismo en nosotros a través del E. Santo. Donde está Él hay vida, hay Poder, y el que esté muerto, vivirá y hará las obras que el Padre quiere que haga.
El Espíritu Santo viene a poner la vida de Cristo sobre nosotros para gobernar y así vivamos en Su voluntad.
El poder del Esp. Santo es un bautismo de amor que nos capacita también para sufrir y llevar adelante Su Obra.
REPITO: "recibiréis poder cuando venga sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigosmartys, que quiere decir mártir, uno que sella su testimonio con su sangre. Es decir el que sufre o muere antes de negar su fe. Así lo hicieron los primeros cristianos. Estaban capacitados para todo. El poder del E. Santo había venido sobre ellos y en medio de los tormentos más terribles cantaban alabanzas a Dios. en Jerusalén, Judea.......", La palabra testigo en el griego es
Es un bautismo de amor: Lo vemos en los hechos de los apóstoles, la gente estaba impactada no por los milagros y señales sino por la vida de ellos. Cristo era una realidad en sus corazones y vivían para Él.
Nadie decía ser suyo todo aquello que poseía. Eran todos de un alma y un corazón y cuando eran perseguidos, torturados, encarcelados por la fe, volvían gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer a causa del Nombre de Cristo. Es un bautismo de poder!!!! Vivían alejados del pecado, se amaban y daban gloria a Dios!!!!
El poder de Dios en nosotros, ese bautismo de poder por el E. Santo, es nada más ni nada menos que la vida de Cristo. No es las manifestaciones de señales y milagros. Esto es la consecuencia de aquéllo. Es la vida de Cristo que es poder de Dios para salvación.
Él sostiene el universo, es por Él que todas las cosas subsisten, es por Cristo que la muerte y Satanás han sido vencidos para siempre y no tienen poder sobre los hijos de Dios.
Él es el Gran Yo Soy, el Todopoderoso, el que era, es y será, el principio y el fin, el Alfa y la Omega, el mismo Hoy, Ayer y por los Siglos.
Ese bautismo de poder es la vida de Cristo manifestándose en nosotros en la medida que le dejemos gobernar y dirigir nuestra vida.
Dios quiere llenarte a vos y a mí. Dice el evangelio de Lucas " a los hambrientos colmó de bienes y a los ricos envió vacíos." No habla de dinero o hambre en lo físico. Sino de tener necesidad de Él.
Tenemos que reconocer que le necesitamos. Necesitamos despertar ese hambre de Dios, esa sed de Su Persona y Su presencia. Para eso debemos vaciarnos de todo lo nuestro. DIOS NO LLENARÁ UN RECIPIENTE QUE YA ESTÁ LLENO.
Si somos de él, necesitamos que su E. Santo venga SOBRE nosotros con PODER.
Concluyamos pidiendo al Señor que nos llene de El, haciendo nuestra la letra de esta canción:
"Como el ciervo busca por las aguas, así clama mi alma por tí Señor.
Día y noche yo tengo sed de Ti, y sólo a Ti buscaré.
Lléname, lléname Señor, dame más, más de tu amor.
Yo tengo sed, sólo de Ti, lléname Señor."