Pasaje Bíblico Introductorio: Efesios 6:18-20 "Orad en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velad en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo al misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas, y con denuedo hable de él como debo hablar
1- EL FARISEO Y EL PUBLICANO: Lucas 18:9-14
Dos clases de oraciones y dos resultados distintos: Uno justificado. El otro, no. Una oración llegó. La otra, no. El Señor siempre contesta la oración de fe, aunque diga que no demore, pero no quedarnos con la convicción de que "no ha pasado nada
Hay oraciones que cansan, que aburren, a veces largas otras cortas, pero aburren. Otras encienden la fe y abren el cielo como lo experimentaron los discípulos camino a Emaús al oír la palabra de la boca del Señor.
David dice en el Sal. 51:17 al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios Hay hermanos que tienen problemas para humillarse y no pueden acercarse a Dios.
2- BARTIMEO EL CIEGO: Mar. 10:46-52
Supo clamar porque tenía una necesidad: la vista Era reprendido pero él clamaba "mucho más hasta que fue oído por el Señor. No necesitó usar de una voz "especial de "templo para ser oído ni fue un lamento, sino un grito genuino de su corazón que llegó al corazón de Dios.
Muchos dicen que no sienten necesidad y esta es la necesidad más terrible. Debemos clamar para que nuestros ojos espirituales sean abiertos como los del siervo del profeta Eliseo en 2da. Rey. 6: 16-17 "Te ruego, Jehová, que abras sus ojos para que vea Jesús dijo que los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos y esto es válido para los inconversos que están ciegos y para los creyentes que están complacientes con su situación espiritual y no quieren avanzar.
El clamor muchas veces comienza por un tibio intento de oración y se va profundizando a medida que insistimos y luchamos y nos tomamos tiempo para que el Espíritu vea nuestro genuino deseo más allá de la indisposición de nuestra carne.
Lo que hoy comienza por ser un hilo de agua, mañana se acrecentará y lo que comenzamos y perseveramos en buscar, terminará por ser como dice Sal. 42:1 un profundo torrente de bendición: "Como el siervo brama por las corrientes de las aguas, sí clama por ti, Dios, el alma mía
3- ORACION DE DAVID EN SALMO 51:
Su caída con Betsabé fue una terrible caída pero que felizmente nunca más se repitió. Hay clamores superficiales que no solucionan el problema y vuelve a repetirse. Se pasa la vida de arrepentimientos en arrepentimientos sin poder superan nuestros pecados.
Cuando nos disponemos a clamar a Dios sean cualesquiera nuestros sentimientos, ya el Espíritu nos ayuda con sus gemidos indecibles. (Rom. 8:26) y pronto nuestros sentimientos más rebeldes cambiarán y nuestro corazón experimentará el quebranto de Dios.
Es probable que lo de David costara mucho. Fue un año después de lo sucedido que pudo venir el profeta y redargüirlo de pecado, pero no se enojó ni endureció, sino que se humilló profundamente.
4- ISRAEL CLAMANDO MEZCLA DE NECESIDAD CON REBELION: EX: 14:10-12
Al ver el peligro clamaron a Jehová "llenos de temor y se dirigieron a Moisés con reproches muy duros porque los había sacado de Egipto. A través del desierto esta constante se repite. A veces, ni claman a Dios, directamente ya se quejan y van elaborando el derrumbe final de sus vidas que se produce en Núm. 14 "Entonces toda la congregación gritó y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. Todos los hijos de Israel se quejaron contra Moisés y contra Aarón... No pudieron clamar | ni gritar al Señor su propia necesidad de un corazón nuevo. Ahora gritan de incredulidad y terror porque la fe los ha dejado, o mejor dicho, ellos han dejado de lado la fe y sin fe es imposible agradar a Dios.
Es quizás la causa del fracaso de la vida espiritual de líderes y no líderes, que utilizan sus propios problemas o sufrimientos para enfrentar a Dios o a los siervos del Señor, en lugar de usar todas sus fuerzas en clamar al Señor por liberación y misericordia.
5- MOISES CLAMANDO A DIOS: EX: 14:13
"Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen..."El ejército está atrás. El mar adelante. Solo "Dios puede librarnos y quiso librarlos una y mil veces en el camino. Moisés y muchos otros lo aprendieron. La multitud no y se produjo el fracaso a que hicimos alusión en el punto anterior. La respuesta fue inmediata.
6- PEDRO HUNIENDOSE EN EL LAGO: Mat. 14:26-31.
Su clamor fue perfecto. Ni siquiera dice que clamó, sino que GRITO. Su desesperación porque se sintió perdido y también porque confiaba en el Señor que tenía la respuesta para su angustia. Otra vez el reconocimiento de la necesidad y la fe.
7- ANA CLAMANDO POR UN HIJO: 1º Sam. 1: 9-18.
Podía habérselas agarrado con su marido como ya lo había hecho y así vivir hasta morir reclamando a él lo que tenía que reclamar a Dios. Estaba llena de amargura y podía morirse en sus amarguras, pero va a clamar a Dios dice que lloró desconsoladamente ¡pero delante de Dios!.
Notemos que aquí no grita. No siempre hace falta gritar aunque a veces nos hace bien hacerlo, no por el Señor que no es sordo, sino por nosotros que nos ayuda convencemos de nuestra propia necesidad. Ana está convencida y no necesita gritar: sólo mueve los labios. Está orando casi en forma imperceptible pero con una intensidad de oración tremenda, DERRAMANDO SU ALMA ANTE DIOS.
El sacerdote no la entiende y cree que está ebria y la reprende. Elí entiende poco de clamores: tiene dos hijos bandidos y entiende poco de clamores. Un tiempo más adelante Dios los hará morir por sus pecados y culpará al padre su inconsciencia espiritual. No tendrá un hijo que será famoso dentro del pueblo de Dios, NO POR SUS HABILIDADES O TALENTOS, SINO POR SU FIDELIDAD A DIOS. Dice la Palabra en 1º Sam. 3:20-21 "Todo Israel, desde Dan hasta Beerseba supo que Samuel era fiel profeta de Jehová?